El colecho tiene múltiples ventajas, y aunque muchas personas critican este tipo de crianza, Nosotras os decimos que cada día está más extendida en nuestra sociedad. Una de las grandes ventajas es que se puede alimentar mejor el bebé durante la noche.
Cuando la lactancia es a demanda se regula la producción de la leche, por lo que los bebés si maman de noche, ayudarán a que tengas más leche y no tendrás que levantarte de un lado a otro.
Amamantar durante el colecho es muy sencillo, sólo hay que acercar el bebé al pecho hasta que se sienta satisfecho, la madre tampoco perderá tanto sueño ya que al estar en la cama podrá dormirse nuevamente sin sufrir desvelos. Y como acabamos de decir, los padres descansarán más y el bebé sentirá más seguridad sintiéndose cerca de sus padres.
Con el colecho los padres podrán recuperar las horas que están lejos de su bebé y así se podrá tener contacto emocional y físico. Dormir con el bebé hará que los padres compartan el sueño y los momentos de cariño e intimidad que se dan en la cama.
También los bebés que duermen con sus padres lloran menos debido a que se sentirán ceca de sus padres y estos serán atendidos en el menor tiempo posible, lo que hará que se sientan seguros y sin miedo. El colecho también crea los hábitos de sueño ya que los bebés se dormirán mamando y relacionarán dormir con el placer.
El colecho debe practicarse de forma natural y ambos padres deben estar de acuerdo en hacerlo. Jamás debe hacerse como último recurso debido a que no reportará ningún tipo de beneficio ni se obtendrán los resultados esperados.
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